Una Noche Inolvidable (+18)

Una sangrienta estaca se clavo en el lugar en el que un instante antes estaba la cabeza del tipo,sin embargo yo no me inmute, al menos exteriormente, sino que me limite a coger a Yoko y ponerla en la mesa de nuevo, inyectándole la anestesia y poniéndome manos a la obra,la operación era delicada,pero no dudaba ni por un segundo que sería capaz de lograrlo.
Lo mas desagradable fue la extracción de los fragmentos de hueso incrustados,un simple desliz y la habría dejado paralitica, sin embargo logro realizarla con éxito.
Tras finalizar la operación, el mismo salio de la sala dejando a Yoko en el sitio, pues no convenía moverla aun,y yo mismo me fui a tratarme mis heridas, que no eran pecata minuta, suture las que pude alcanzar, y deje estar las que no pude,luego me tumbe en una de las camillas y simplemente me deje arrastrar por el sueño.

*Me encontraba en una llanura en llamas, mientras los gritos de miles de personas, y cosas que no lo eran atronaban mis oídos,sentía un fuerte dolor en el brazo izquierdo, pero me resistía a mirar,Podía ver a la gente morir ante mis ojos, pero de algún modo ya no me importaba, ya nada me importaba, lo único que quería era escapar, irme de allí para no volver jamas, tenía la mente algo distorsionada y demente, todo tomaba un cariz extraño y sobrenatural ante mis ojos, como si el día del juicio hubiese llegado ya.

Camino entre los cadáveres deformados por la bomba biológica... no, no es una bomba, me dice una voz dentro de mi, es el destino, a llegado el día prometido, dios a echo su elección, pero... que elección... Continué caminando hasta que fui atacado por aquella cosa, y de alguna forma el dolor de mi brazo desapareció, y de el brotaron estacas rojas que mataron a la bestia, y la dejaron seca, regresando a mi, permitiéndome absorber la sangre drenada a la criatura, haciéndome sentir mas... fuerte.
Estaba claro, había sido elegido, ahora me tocaba eliminar a los que no lo habían sido, me lance al campo de batalla, dispuesto a matar a todo aquel que se pusiera delante de mi.

Desperté de golpe,a tiempo para sentir un millón de punzadas de dolor, estaba claro que el efecto del sedante había pasado.
Me levante a duras penas y me dirigí a la sala de control,para revisar las grabaciones de las cámaras, asi supe quien era en intruso, y que había venido a buscar; el simple echo de que un elegido de dios decidiera volverse en contra de los otros y colaborar con los humanos para explotar a estos me revolvía las tripas, me quede con la cara de aquel desgraciado, si alguna vez lo volvía a ver,yo sería lo ultimo que el vería-

Abrí los ojos lentamente mientras me reincorporaba poco a poco. Me encontraba en la camilla, supongo que William me habría cogido y puesto aquí. También tenia todo mi torso vendado, William me había operado, aunque todavía sentía un poco de dolor, como es normal, no era nada comparado con lo de antes.

Cerré los ojos y apoye mi frente en la mesa relajada, todo estaba muy tranquilo, hacia tiempo que no escuchaba el silencio...
"Te encontrare de nuevo, espero que no me olvides..." Estas palabras resonaron en mi mente lo que hizo que abriera los ojos de golpe y me levantara rápidamente... mala idea, aunque ya no estuviera sometida al peligro de antes estaba acababa de operar.
- Maldición... - Dije en voz baja mientras pensaba en todo lo que había pasado antes, o al menos lo que recordaba.
Al menos una cosa la tenia clara, el tipo era un recolector de omegas y al parecer yo era su objetivo, esto hacia que todos los que me rodean están en peligro. No sabia que el coliseo estaba interesado en mi, ya hacia mucho tiempo que me había escapado y que se siguieran acordando de mi no se si era un honor o mas bien una pesadilla.

Me puse de pie, hacia horas que no me mantenía en pie sin tener que apoyarme en algo, salí de la habitación, quería saber como estaba William, no había hablado con el desde que lucho contra "algo", todavía no sabia contra que.
Comencé a andar hasta encontrar a William, estaba en la sala de control, supongo que querría saber lo que había ocurrido, y la verdad, yo también quería saberlo, mis recuerdos no estaban muy claros.
- ¿Estas bien? - Dije mientras entraba en la habitación. Ya os lo he dicho, no había sabido nada de el desde que se fue pidiéndome que no me moviera, algo que fue imposible de cumplir...

Al entrar me di cuenta que estaba viendo la grabacion en la que aparecia aquel tipo conmigo, tenia que saber cual era su cara.
Me acerque a William, me puse a la altura de las pantallas y las mire fijamente. Me he quedado con su cara, a partir de ahora no lo tendrá tan fácil conmigo.
Me gire hacia William y me fije en sus heridas, el habría curado algunas pero no todas ya que era imposible.
- Tenemos que curarte esas heridas - Mi voz era un poco fría, pero estaba concentrada pensando en aquel tipo, a partir de ahora no me podía permitir ser débil.