Un simple paseo(Publico)

Luminosos rayos de sol atravesaron la ventana,cubriendo mi rostro y despertándome con su excesiva calidez.
Me estire perezosamente bajo las mantas,dejando escapar un jadeo. Luego me las saque de encima y me levante de la cama,doblándolas y dejándolas a los pies de esta. Después fui al baños, donde me di una ducha refrescante, y tras secarme, con los cabellos mojados aun y oliendo a champú, me vestí con el uniforme y me acerque a la ventana, la cual abrí de par en par, y me senté en el escritorio a disfrutar de la brisa.Me quede abstraída un rato,mientras el viento acariciaba mi rostro.

Después me levante y fui hasta la puerta,dispuesta a salir, y trate de accionar el pestillo, pero estaba bloqueado.
Alguien debía de haber cerrado la puerta por error, pensé. Encogiéndome de hombros, desaparecí y volví a reaparecer al otro lado de la puerta. Contemple el pasillo y escuche pasos acelerados; me gire en la dirección de sonido, y vi a un hombre que llevaba bata que corría por el pasillo con una jeringa en la mano. Me preguntaba que querría hacer con ella. Como en cualquier caso no consideraba que fuese asunto suyo,agito la mano en señal de despedida, dándose la vuelta para desaparecer otra vez.
Ignorando que segundos después, el hombre se lanzo contra el lugar donde ella estaba antes, chocando contra la pared, y luego decía. -Maldita sea, se ha vuelto a escapar otra vez-.

Aparecí encima de la azotea de un edificio medio derruido, en los restos de una población, situado en algún lugar en medio del desierto; eso es lo que pasa cuando te transportas sin pensar,cavilo alegre, dejando escapar una risa suave y cantarina.
Bajo del tejado de forma grácil y suave, y continuo caminando, mientras observaba las antiguas,polvorientas y agrietadas calles,por entres las cuales soplaba el viento de manera ruidosa. No tenía muy claro donde estaba, pero sabía que no era la primera vez que se encontraba allí, de lo contrario no habría podido transportarse a ese lugar.

Continuo recorriendo las calles,mientras comenzaba a entonar una delicada canción, la cual resonaba por todas las ruinas,creciendo en intensidad debido al eco, el cual creaba la ilusión de que varias voces cantaban a la vez; la canción atravesó la ciudad, siendo escuchada por algunos mercenarios que vivían allí, los cuales se quedaron sorprendidos.Siguió cantando y paseando ignorando el echo de encontrarse en una lugar extremadamente peligroso para los incautos.Finalmente termino la canción y se sentó con las piernas cruzadas a descansar, en mitad de una plaza, o lo que quedaba de ella.

Contemplo la abandonada ciudad,preguntándose como habría sido cuando todavía era una ciudad viviente, llena de gente haciendo sus vidas de forma normal,pero su deteriorado aspecto no dejaba reconocer apenas nada, podría haber sido incluso su ciudad natal y ella no se habría dado cuenta. Deslizo la mano por las piedras del suelo, recogiendo la arena que había en ellas, para luego dejarla escurrirse entre sus dedos.
El sol pegaba fuerte y hacía bastante calor, aunque eso a ella no le molestaba, no había nada que la molestara, en principio. Saludaba con la mano a alguna que otra sombra que asomaba de vez en cuando en los tejados,y sin moverse del sitio.

Permaneció sentada en la plaza sin moverse durante mucho tiempo,mientras el sol caldeaba las piedras,librandolas de la frialdad que la noche les había infundido. Comenzó a cantar de nuevo, dejando que su voz resonara por toda la ciudad,llegando a los odios de todo aquel en un par de kilómetros a la redonda.

El despertador sonó, tal y como todas las mañanas, 8:00 a.m. el sol se asomaba por mi ventana dándome uno que otro rayo en el rostro, adormilada asumí que era la hora de levantarme, iniciar el día...
Me levante de mi cama y talle mis ojos, cansados... Tome camino hacia el tocador y me mire en el espejo, las heridas del encuentro de la noche anterior seguían ahí, mas eran muy superficiales así que no usaría mi poder para arreglarlas, tome agua entre mis dos manos y la eche en mi rostro, estaba fría así que me despertó por completo, después tome el cepillo y le di unas cuantas pasada a mi cabello con el mismo para que tomara su forma normal, siempre que recién me levanto este se hace bolas y se enreda, cuando por fin termine camine hacia mi guarda ropa, tome un camiseta negra con rayas rojas, un pantalón de mezclilla y las botas de trabajo que siempre uso, busque la venda que cubre mi cuello y la coloque como siempre, sobre la cicatriz.

Tenia que salir de la ruina e ir a conseguir que comer, ya fuera a través de un trueque o robando, la superveniencia se hacia presente todos los días en mi vida de una forma u otra, pero que se le hiba a hacer eran gajes del oficio, ademas de que no me iba a quedar sentada en espera de que alguien se fuese a traerme comida, eso no sucede en este territorio.

Tome las llaves que se encontraban arriba de un mueble alado de la puerta y salí del lugar, comencé a caminar en linea recta para llegar al centro donde se encontraban las personas a las que era mas fácil robarles o en todo caso conseguir el truque, tan valioso.

Unos que otros rostros me observaban a través de muros, ventanas y techos, ojos por todas partes, era el único problema, no podías estar tranquilo y si ibas a hacer algo como lo que en ese momento llevaba en mente, debías tener cuidado y ser cauteloso, Claro, podía transformarme en un animal y robar fácil, mas odio usar mis "Dones", no todos eran "Fenómenos", seria injusto, ademas de que me expondría a ser descubierta.

Seguí caminando, pensando... ¿a quien abría de visitar hoy?, vaya pregunta me estaba haciendo...
Me detuve y mira a mis alrededores, un edificio cercano, esta seria mi presa, comencé a correr en la dirección en la que se encontraba cuando ya estaba lo suficientemente cerca entre por la ventana en total posición de defensa, mas estaba bacía...
-Maldición, mala suerte-
Estaba apunto de salir cuando se escucho un disparo, dos hombres aparecieron tras de mi intentando acribillarme, mas logre burlarlos y salir corriendo del lugar.
-Dos contra uno, eso no es justo, malditas ratas-

Continué avanzando hasta escuchar un canto que provenía del lugar al que iba, era bello, no cabía duda que era de una mujer.
Conforme seguía, la voz se iba escuchando mas y mas fuerte hasta que llegue a un punto donde la tenia a mi lado, una joven sentada en el suelo era la que producía tal sonido, aunque era extraño, ¿quien vendría a cantar a las ruinas?.
-¡Hey tu!, si sigues ahí lo mas probable es que te maten- Sonreí -Aunque podrías conseguir dinero fácil con esa voz-

El viento continuaba soplando,llevando su voz lejos,a través de las calles abandonadas,siendo escuchada por todos.Se sentía bien, el brillante sol la calentaba,y las tibias piedras eran agradables al tacto,era un agradable día.
Continuo cantando, mientras algunas personas se iban acercando,quedándose a escuchar en las sombras,mientras su voz llenaba de paz aquel lugar hostil,trayendo recuerdos de tiempos mejores,recuerdos de felicidad y paz.
Poco a poco,algunos comenzaron a acercarse mas,dejándose llevar por aquella hermosa y conmovedora melodía.

Una joven se le acerco entonces,diciéndole que debía dejar de cantar ,llevaba un parche en el ojo,curioso. Estirando el brazo, dibujo letras en el polvo,sin dejar de cantar en ningún momento. en el suelo podía leerse.-No voy a dejar de cantar todavía,y nadie quiere matarme, que cosa mas absurda,acaso tu quieres hacerlo? es que no te gusta la música. Venga,quédate a escuchar,sera divertido,no crees?-.

Cambie de canción a una todavía mas relajante,y al mismo tiempo, deje que la brisa arrastrara una aroma que relajo a todos los presentes,un aroma que para todos alía de forma distinta,cada cual podía respirar el aroma del hogar, o de un ser querido,tal vez de su flor favorita,dependía de cada persona. Todos los allí presentes se fueron relajando poco a poco,algunos hasta se sentaron en el suelo,mientras escuchaban con atención,la paz invadió aquella plaza por primera vez en mucho tiempo,confortando y aliviando los corazones de la gente.

Poco a poco el sol seguía avanzando a través del cielo,iluminando los rostros de la gente cada vez mas,como si representase la clama que los iba invadiendo,era agradable se una con todos,tenía que hacer esto mas a menudo,contemplo la escena sin interrumpir su canción ni una sola vez,pese al calor y a que estaban en el desierto,siguió cantando de forma ininterrumpida, pasando de una canción a otra con fluidez,de forma delicada,casi haciendo que pareciera una sola.

Tras varias horas,finalmente ceso su canto,rompiendo el delicado hechizo que había lanzado sobre aquel lugar,la gente sacudía la cabeza, mirando a su alrededor, aturdida y sin despertar del todo aun,mucho derramaron lagrimas,y otros se habían quedado dormidos,aun cuando el cántico se había detenido,la paz no abandonaba todavía el lugar.

Se levanto y miro a la joven que e había hablado antes,dirigiéndose a ella como si el tiempo no hubiera transcurrido desde entonces.-Saludos,mi nombre es Catherine,Catherine Bell,quieres jugar conmigo?-. Sin esperar una respuesta siguió hablando, de forma alegre mientras daba pequeños saltitos y cambiaba el peso de un pie a otro.-Y tu, como te llamas?-

El sol tenia un brillo fuerte que hacia parecer que la ciudad se estuviera derritiendo... a un así un briza pasaba por el lugar cada cierto tiempo liberando del calor a los que estábamos ahí, se podría decir que era agradable... parecía otoño, un bello día de otoño... mi estación favorita y la mas trágica de mi existencia.

El canto de aquella chica atravesaba la cuidad rebotando en la paredes creando un eco que hacia que las ruinas, por decirlo así, temblasen, las personas que se encontraban escondidas pronto comenzaron a salir y crear una rueda al rededor de la chica la cual me miraba con intriga, después de un momento esta estiro su mano escribiendo un mensaje en la arena del suelo, "-No voy a dejar de cantar todavía, y nadie quiere matarme, que cosa mas absurda, ¿acaso tu quieres hacerlo? ¿es que no te gusta la música?. Venga,quédate a escuchar,sera divertido, ¿no crees?-.", fue lo que escribió.
-Tsk... Has lo que quieras- me cruce de brazos -A mi no me interesa matarte y si, me gusta la música, mas no deseo quedarme a "jugar", pero gracias por la oferta-
Comencé a caminar de nuevo cuando ella cambio a una melodía de paz, tan tranquilizante, en el ambiente se sintió ese aroma, ¿como describirlo?, me sentía tan a gusto, tan relajada, como si me encontrara... en mi hogar.

Me detuve en seco, la melancolía comenzó a inundarme y tragarme entera, no era posible, esta no era mi casa... entonces ¿Porque?, porque me sentía así, mire a la chica, ¿Era ella la culpable?, no sabia que pensar, estaba perdida en esa tranquilidad que me invadía de forma completa, todo continuo así hasta que ella por fin se detuvo, y todos aquellos sentimientos que me atacaban se desvanecieron, al parecer no había sido la única afectada, todos los demás a mi alrededor también se encontraban aturdidos preguntándose ¿que había pasado?, ¿que estaban haciendo?... Todos menos ella, lo que me llevo a preguntarme "¿Era ella un fenómeno?", "¿Que esta haciendo aquí?".

Se levanto del suelo y se dirijo a mi de forma alegre... de forma extraña... haciendo una pregunta.
-Catherine... No tengo la mas mínima intención de jugar contigo- le mire de manera indolente.
Comenzó a acercarse mas mientras yo estaba ahí parada, con la boca cerrada, mirando...
¿Que era ella?... Aun me lo seguía preguntando.

Se movía de forma alegre y curiosa, dando uno que otro salto mientras avanzaba, no sabia que hacer, si irme o esperar a que dijera otra cosa... solté un suspiro largo y cerré los ojos un momento, el calor me estaba derritiendo, la tenia enfrente y entonces por fin dijo: "-Y tu, como te llamas?-", con esa voz ansiosa...
-Opino que no hay necesidad darte mi nombre en lo absoluto-
Comencé a caminar nuevamente dejandole atrás, estaba un tanto confundida, pero mi objetivo principal era ir por comida y no me iba a detener justo ahora, tenia hambre y comenzaba a atardecer, al parecer pasaron horas mientras ella cantaba, tenia que apresurarme.

Contemple a la chica sin entender a que venía aquella actitud, que yo supiera no le había echo nada, debía de ser otra cosa, no era posible que fuera culpa mía asi que me acerque a ella de nuevo, y me mantuve caminando junto a ella un rato.
-Que ocurre? te pasa algo? por que no me haces caso? por que no me puedes decir tu nombre? por que te marchas? por que no quieres jugar conmigo? que es lo que tienes que hacer? tienes hambre acaso? vendrías conmigo a comer algo? Si vamos a comer por que no?-
Dijo todo esto sin pausa y sin esperar la respuesta, para luego agarrar de la mano a la chica y transportarse a si misma y a ella a una cafetería situada en el centro de la ciudad de Innovare.

Ignorando el echo de que estaba arrastrando a alguien en contra de su voluntad, agarro del brazo a la chica y la llevo a una mesa, donde la hizo sentarse y luego se sentó ella en frente. .Dime que quieres tomar? o debería decir que quieres comer? o tal vez que quieres beber? si supongo que sería lo normal pedir la bebida antes no? no quiero decir que me parecería raro que tu pidieras antes la comida lo entiendes no? solo es que por los normal se pide la bebida mientras se decide que se quiere comer no es asi?

Después cogió la carta y se la pasó. -Deberías probar el estofado de ternera, es delicioso, aunque no quiero decir que tengas que comer carne, no tengo nada contra el pescado, aunque podrías ser vegetariana, lo eres? entonces querrás una ensalada o algo vegetal no? suponiendo que lo seas claro, no lo estoy dando por echo,también puede ser que te apetezca pasta, eso lo come todo el mundo no? la de aquí es excelente, también te la recomiendo, aunque si no eres vegetariana insisto en que pruebes el estofado-.

Hizo una señal hacia el camarero para que se acercara, ignorando por completo el echo de que todas las personas del local la estaban mirando, ya que claro, desde cuando aparecían dos jóvenes literalmente del aire y se sentaban en una mesa a pedir algo, era totalmente surrealista, pero para ella era normal, por eso no se dio cuenta de que la estaban mirando en un buen rato, y cuando lo vio pensó que era por que era guapa, lo cual la halago.

Continuó mirando hacia el camarero, el cual se acerco bastante reticente, como si tuviera miedo de que ella le hiciera algo, no lo entendía, que iba a hacerle ella, si ni siquiera lo conocía, no tenía nada contra el, aunque claro, tampoco tenía nada contra nadie, pero eso el no loo sabía, por otro lado eso no explicaba porque iba el a desconfiar de ella, es que tenía algo en la cara. Se paso la mano. Pues no, no lo tenía, entonces por que? no era lógico.

Off rol:

Era una mañana apacible los pájaros cantaban volando por el cielo al mismo tiempo que un rayo de sol me despertaba dándome en la cara, me había quedado dormido apoyado en la rama de un árbol ya que yo no tenia casa donde dormir por eso siempre dormía en la calle, en ese momento me desperece dándome un gran estirón y soltando un gran bostezo, sin darme cuenta de donde estaba apoyado me caí de la rama y me di un cabezazo contra el suelo, pero debido a que soy un omega no me hice el mas mínimo daño, me dirigí al lago y cogí un poco de agua y me moje la cara el agua estaba fría lo que hizo que me despertara a pesar de que el golpe no fue suficiente para ello.

después saque mi chaqueta azul y me la puse por encima de mi camiseta de manga corta blanca después golpe el árbol y de este cayeron unos patines blancos que me los puse también, una vez listo para la acción me colgué mi mochila negra con mis cosas a la espalda introduje el brazo en el agua y provoque que parte de la superficie del agua se congelara creando un gélido puente a trabes del lago, luego me puse encima del lago y empece a patinar hasta que el curso del patinaje me hizo llegar a una especie de desierto salí del lago y me quite los patines metiendolos en mi mochila y sacando unos zapatos negros, poniéndome la mochila en la espalda empece a caminar.

pateando varios kilómetros una dulce voz me llego a mis oídos, era preciosa decidí que tenia que saber mas acerca de aquella voz así que dirigido por mi sentido del oído llegue a una ciudad y siguiendo el sonido fui a parar a una plaza donde un coro de gente rodeaba a una hermosa joven que cantaba como los ángeles, me quede a escuchar como esa joven cantaba el aire que se podía respirar en aquel ambiente me hizo recordar a mi madre y toda mi familia pero en especial me hizo recordar mi infancia los momentos que pase de niño, sentía como una mezcla de alegría y nostalgia recorría todo mi cuerpo. cuando la joven dejo de cantar fui extrañamente consciente de que había transcurrido mas tiempo del que pensaba, en ese momento también sentí como rugían mis tripas llevaba sin comer desde hace 2 días así que deje atrás a la bellisima cantante y me dirigí al centro de la ciudad de Innovare a comer algo a una cafetería ya que en aquel desierto no había nada que comer en kilómetros a la redonda.

Después de pasarme caminando un un trayecto muy largo por fin llegue a la cafetería,y entre, todo el mundo estaba callado menos una persona que no paraba de decir un montón de cosas, parecía que ni siquiera le hacia falta respirar al principio no le hice mucho caso al tema pero en cuanto me senté en una mese y mire hacia la chica que estaba hablando con una mujer rubia era la misma que estaba cantando en el desierto pero como? eso era imposible, yo había llegado super rápido era imposible que una persona normal hubiese llegado antes que yo des de esa distancia, esa chica puede que tuviese una voz preciosa al cantar pero en aquel momento me estaba poniendo de los nervios no se callaba ni debajo del agua, que si pescado que si carne que si bebida que si era vegetariana que si pedían la bebidas antes de comer, aquello era insoportable, ya iba a taparme los oídos con hielo cuando de repente entraron dos tipos con un pasamontañas en la cabeza y apuntaron a la dependienta con dos fusiles de asalto, ordenandole que les diera todo el dinero de la caja y soltando la típica frase de que nadie se moviera.

Debía hacer algo inmediatamente pero no podía dejar que nadie se diese cuenta de mis poderes como no quería acabar otra vez en ese espantoso coliseo debería pasar toda mi vida de incógnito, Me moví rápido, sabiendo que mis reflejos y velocidad me darían la ventaja que, junto con el factor sorpresa, me permitiría obtener la victoria sin riesgos; Tome los dos fusiles por el cañón y se los arranque de las manos antes de que tuvieran tiempo de disparar, y los golpee en la cabeza con estos, dejándolos fuera de combate una vez echo esto dije -señorita un bocadillo de jamón por favor gracias-. Todos se quedaron perplejos antes el repentino y veloz cambio de situación. -En... seguida señor- dijo la joven camarera mientras iba a preparar mi bocadillo, supongo.Cuando me lo hubo servido me senté de vuelta en mi mesa y me puse a comérmelo, mientras observaba a las dos jóvenes sentadas en la mesa de al lado, preguntándome por como reaccionarían.

Aquella chica comenzó a dar vueltas a mi alrededor de forma continua preguntando miles de cosas a la ves "-Que ocurre? ¿te pasa algo? ¿por que no me haces caso? ¿por que no me puedes decir tu nombre? ¿por que te marchas? ¿por que no quieres jugar conmigo? ¿que es lo que tienes que hacer? ¿tienes hambre acaso? ¿vendrías conmigo a comer algo? Si vamos a comer, ¿por que no?-" no paraba...
-¿Que demonios...-
No logre ni completar la frase cuando tomo mi mano y me transporto a una cafetería en la ciudad, mi rostro no mostraba emoción alguna, era de aburrimiento, mas en el fondo había confirmado mis sospechas.

El lugar donde nos encontrábamos esta estaba iluminado y lleno de personas, para varear... Todos y cada uno de los ojos puestos sobre nosotras, mas es comprensible, ¿Acaso es normal ver llegar a dos chicas de la nada?, aun en esa circunstancia ella no paraba de hablar, lo cual me irrito un poco, no me dejaba ni contestarle cuando ya estaba preguntando una cosa nueva, paso un momento así, hasta que nos sentamos en una mesa, ya ahi continuo con lo mismo, pregunta tras pregunta... parecía no tener fin.
-Pide lo que quieras, por mi esta bien-
No tenia porque ponerme "especial" y rechazar la comida, a fin de cuentas era gratis y el hambre me atosigaba desde hacia un buen rato, no tenia porque negarme.

Levanto su mano de forma rápida y entusiasmada en señal de que quería ordenar algo, mas había algo que no me cabía en la cabeza, ¿Como era posible que actuara así?, todos mirándole y ella tan tranquila y campante, algo extraño completamente, mientras pensaba, el camarero por fin logro llegar a la mesa, tímido y tembloroso, lleno de miedo como si Catherine le fuese hacer algo, lo cual es entendible, si yo fuera "normal" también le tendría miedo, estaba apunto de tomar la orden cuando sonó la campanilla de la entrada, un joven con una chaqueta azul entro en el establecimiento, captando mi atención, dirijo la mirada hacia Catherine con cierta extrañes unos segundos, después tomo asiento, no sabia que era pero algo no me daba buena espina.

Pasaron unos cuantos segundo cuando de pronto dos personas armadas entraron, no era posible tanta acción en un solo día, me puse de pie y mi mente comenzó a idear un plan en en el cual pudiera salir victoriosa sin que nadie supiera de mis poderes, mas alguien se me había adelantado, aquel joven que entro antes, unos cuantos movimientos y los dejo fuera de combate en un abrir y cerrar de ojos y tal cual persona normal ordeno un bocadillo.
-No es posible, otro fenómeno y ademas igual de raro...- dije entre dientes, dejándome caer de nuevo en el lugar donde estaba sentada.

Durante toda la escena yo me dedique a revisar el menú,para ver que me apetecía; cuando la joven se levanto,pensé en pedir un guiso, cuando el chico también se irguió,cambie a una dorada a la plancha,mientras el arrebataba el arma a los otros dos,yo pensé que mejor una ensalada,tras noquear a ambos el joven,me apeteció un bistec, y cuando el pido el bocata, decidí finalmente que tomaría jamón asado con patatas. Levante la mano una vez mas para hacer una seña al camarero, pero este no me hacía caso, y no entendía porque, los tipos que les habían dicho que estuvieran quietos estaban ya fuera de combate, asi que por que no se movía y hacía su trabajo? que raro.

Repare entonces en el comentario de la chica. -Otro raro dices? Significa eso que piensas que soy rara? y eso por que? que es lo que e echo para que me consideres una persona extraña? es acaso por mi corte de pelo? tal vez no sea normal atarse el pelo justo al final no? bueno pero no creo que sea como para decir que soy una persona extraña verdad? tal vez te aya malinterpretado, es eso? por que si no es asi entonces, me dejarías hacer un comentario? veras es que según tu el chico es raro no? pero dices eso por lo que ha echo verdad? sin embargo puedo asegurar que tu ibas a hacer algo parecido me equivoco? entonces no te convierte eso a ti en un persona extraña también? no quiero decir que yo piense que lo seas entiendes no? solo digo que lo serías según tu propia lógica no es asi? significa eso que te consideras extraña? si es asi, por que? me lo explicarías? y por que yo soy extraña? siempre que aya entendido bien lo primero que has mencionado,que si no te referías a mis entonces no importa, pero tu te referías a mi no? entonces responderás a mi pregunta?-.

Dicho esto tome un palillo y lo coloque sobre la mesa, como quien coloca un baso, totalmente vertical, en perfecto equilibrio, para luego hacer una seña al camarero de nuevo, pero este me ignoro una vez mas. Me incline hacia la mesa donde el joven se sentaba y le pregunte-No crees que el camarero esta un poco en las nubes?, hace mucho que llevo indicándole que me atienda y no lo hace, tal vez debería ir yo a hablar con el, tu que opinas? O tal vez solo deba tener paciencia, pero es que no entiendo por que mantiene esa posición, no es su trabajo atender a los clientes? si es asi por que esta ahí parado?-.

Volvió a sentarse derecha,y saco la cartera, contando despreocupadamente sobre la mesa varios billetes de quinientos.
Después comenzó a apilar monedas formando cortas columnas que aumentaban de tamaño según las monedas disminuían su valor, hasta el punto de que la de menor valía tenía una altura de quince centímetros.
Después tome la decisión de que debía hablar con el camarero para que me atendiera, o a lo mejor mi acompañante se iba indignada por que no les atendían.Aparto la silla de la mesa e hizo ademan de levantarse.

Esto estaba convirtiéndose realmente en un día de locos, primero mi cabeza estaba a punto de estallar, jamas había oído tantas palabras por segundo luego había tenido que noquear a 2 atracadores y por si fuera poco una de las bellisimas damas que estaba sentada a mi lado pensaba que yo era un bicho raro, el día de hoy podía ir peor? pues si, en un abrir y cerrar de ojos casi me atraganto con el bocadillo, puesto que estaba distraído pensando en mis cosas cuando alguien empezó a hablarme a la oreja como si fuese una metralleta que disparase palabras, cogí el refresco que tenia al lado del bocadillo y le pegue un trago, luego mire para la joven que no paraba de hablarme, que si el camarero estaba en las nubes, que si no la atendían, que si ella tendría que hablar con el camarero, que que opinaba, que si debería tener paciencia que por que estaba parado y si no era su trabajo atender a los clientes.

yo estaba a punto de perder la cabeza pero respire hondo me calme y me gire para contestarle a todas y cada una de las preguntas pero y si no se callaba jamas y tenia que pasarme toda mi vida oyéndola? así que me calle la boca y no respondí ni una palabra.

me fije que estaba sacando billetes de quinientos como quien coleccionaba piedras del campo lo cual me sorprendió y luego empezó a hacer montañitas con un montón de moneditas, e de reconocer que aquello me hizo gracia.

me acabe el bocadillo y el refresco y decidí que si me quedaba un segundo mas en aquel local oyéndola a ella iba a explotar, así que me acerque a la camarera le pague el bocadillo y salí por la puerta alejándome cada vez mas de aquella loca por un momento un escalofrió recorrió todo mi cuerpo imaginándome que pasaría si saliera ella también por la puerta y empezase a seguirme hablándome todo el rato, pero no, eso era imposible ya que ella aun no había comido, así que no creo que me siga ademas en ese momento yo ya estaba lejos de la cafetería así que no había de que preocuparse, luego me vino a la cabeza la imagen de la chica rubia, por que tendría ese parche en el ojo? que le habrá pasado?, no sabia las repuestas pero de una cosa estaba seguro con esa loca allí yo no iba a volver a preguntárselo.

después de un rato caminando me acorde de que me había dejado la chaqueta colgada de la silla de la cafetería en ese momento me di media vuelta tenia que volver a por ella pero me frene en seco, un segundo si vuelvo a por ella seguro que la chaqueta me la devuelve ella y me ara 500 preguntas sobre que bonita es la chaqueta y donde la había comprado o si realmente era de mi talla por que parecía mas pequeña, -jeje creo que puedo prescindir de la chaqueta- dije en voz baja y seguí caminando tratando de olvidarla a ella y rezando para no volver a encontrármela o mejor dicho que ella no me encontrase ami.

Off: