Manantial de vida [Privado Yoko]

Me agrado que a Yoko le complaciera mi proposición, no tenía muy claro que habría echo si ella hubiera decidido negarse a acompañarlo.
Se acerco a ella y rodeo su cintura con le brazo como si tal cosa, empujándola levemente para que empezara a caminar.
-Mi casa esta bastante lejos, sera mejor que nos pongamos en marcha, me muero de ganas por saber mas de ti-Luego de decir eso, mostré una gran sonrisa,mientras clavaba mis ojos en los suyos y acariciaba distraidamente la piel desnuda de su torso con el dedo indice de la mano con la que la rodeaba.
El contacto de Yoko era muy agradable, se hacía desear,la verdad es que tenía bastantes ganas de besarla,sus labios aun estaban húmedos por el agua del lago, y eso resultaba bastante provocativo.Como si tal cosa me acerque todavía mas a ella y acaricie su cabello con la mano.
-Tienes un pelo precioso,es suave y delicado, creo que es sumamente hermoso, Dios debe de quererte mucho para darte una belleza tan impresionante.
mi mano subió de su cintura a sus hombros, y le acaricie el rostro con suavidad, disfrutando del contacto; luego cedí a la tentación y pase la yema de mis dedos por sus labios, resiguiendo la curva de estos, para luego soltarla y reír alegremente.
_Vaya, creo que me e propasado, disculparme, me cuesta mantenerme bajo control ante una joven tan delicada y hermosa.
-Si te sientes incomoda entonces me alejare-, dije haciendo el ademan de dejarle mas espacio para caminar a su izquierda, algo mas separado, aunque me fastidiaba tener que hacerlo, no quería forzar las cosas, no era propio de mi perder asi el control, pero ella me volvía loco, tenía que admitirlo.

Me encontraba esperando a que William me dijera algo pero cuando quise darme cuenta había rodeado mi cintura, esto izo que me sonrojara un poco.
Cuando termino de hablarme me miro sonriente. ¡Arg! Contrólate Yoko, contrólate... No se por que su sonrisa, bueno, mas bien todo de el, me atraía tanto. Salí de mis pensamientos cuando note que acariciaba mi torso con su dedo indice... Realmente el contacto de su piel con la mía me hacia sentir muy bien, con cualquier otro hombre me habría sentido un poco incomoda, pero con el era diferente, estar con el era muy agradable. Se acerco mas a mi y eso me puso un poco nerviosa, pero me encantaba que se acercara a mi.  
Cuándo oí sus palabras me sonroje un poco, realmente no sabia que decir, así que simplemente no dije nada y me quede mirándolo fijamente. Cuando note que su mano acariciaba mi rostro cerré mis ojos por un momento y luego sonreí. A continuación, subí mi mano y la puse encima de la suya y eche mi cabeza hacia donde se encontraban nuestras manos sin dejar de sonreír.
Luego paso la yema de sus dedos por mis labios, esto me puso mas nerviosa que antes pero me sentía muy bien cuando lo izo y quizás quería que... ¿me besara? Maldición, no lo puedo negar...
De repente se alejo de mi y se río. ¡No! No te alejes de mi, cuando esta cerca de mi realmente me encuentro bien.
Cuando me quise dar cuenta estaba agarrando su mano con ambas mías y me pegue a el.
-  No me siento incomoda, me siento bien cuando estas conmigo... -Dije casi sin pensarlo... ¡Maldición! ¿Que te esta pasando Yoko?

La reacción de Yoko me agrado y me hizo sentirme aliviado, ya que no quería alejarme de ella; el hecho de que se pegara a mi hizo que comenzara a sentirme algo apremiado;era consciente de que Annete todavía estaba allí, y de que nos debía e estar mirando,eso nunca me había importado mucho, y ahora menos que nunca, pero Yoko no creía que pensara igual,con lo que hice algo que resultaba agradable, a la par que practico. La tome en brazos,dejando intencionalmente que su rostro quedara muy cerca del mio, y salí corriendo del manantial, y comencé a cruzar el desierto.

Mientras avanzábamos a través de las dunas,pese a riesgo de tropezarme o chocar con algo,no era capaz de apartar la mirada de Yoko,sus ojos,sus labios su cabello; todo en ella me volvía loco,lo único que quería era besarla y poner fin a esta tontería,la vergüenza no era lo mio, ni lo había sido nunca;aumente el flujo de sangre y salí disparado hacia delante,llegando a la ciudad donde me escondía en pocos minutos,para luego acercarme a una taberna abandonada; una vez dentro, y sin soltar a Yoko, abría una pequeña trampilla en el suelo de la bodega,descubriendo un teclado numérico, y marque una combinación de seis dígitos, provocando que una sección de la pared se retirara, dejando ver unas escaleras que descendían; baje corriendo y me metí en la habitación de abajo,cerrándose la puerta tras de mi.

Incapaz de contenerme mas,deje que Yoko se pusiera de pie,y luego tome su rostro entre mis manos y la bese,al principio solo roce sus labios con los míos,una, dos veces;luego rodee su cintura con una mano,mientras sujetaba su nuca con la otra, metiendo mis dedos entre sus cabellos, y ladeaba el rostro para besarla con mas intensidad.

Sigue en "Una noche inolvidable" (ruinas abandonadas)